Author: Verónica
•10:23
Agripina es mi amiga. Hace poco llegó a Paraguay. Me contó acerca de su país. Es una muchacha de ojos verdes. Simpática. Hoy se le ocurrió relatarme sobre un caso muy interesante: la niña que lloró porque su papá se fue de casa. ¿Si? Me conmovió mucho. No entiendo.

Así es la historia:

Érase en un pueblo muy lejano. Había una pequeña soñadora llamada Lucía. Tenía un padre muy amoroso, pero un día se marchó de su hogar por un motivo que aparentemente era ir tras una ideología sin pensar en su familia.

¿La pregunta del millón? No. La respuesta.

Lucía lo vio alejarse. Le pregunto a su madre dónde iba él, pero solo el silencio estaba. Entonces se animó a hablar con ese señor. Bueno, no era guapo. Tenía un aspecto de nube color blanco.

-Niña, ¿qué quieres?

-Preguntarle por papá.-dijo ella.

-Ese tema otra vez, tu madre también me consultó sobre eso.-dijo fastidiado-Ese expediente se perdió, te lo confieso.

-Búscalo, por favor.

-Tengo que tomar tereré, después...

Lloró amargamente la niña.

Sonó algo del cielo.

-Dale el expediente.-ordenó el Juez de Jueces.

-No.-no acató la orden.

Sucedió que el silencio fue desterrado de ese pueblo y jamás volvió a hablar con nadie por castigo de hacerle daño a una inocente.
This entry was posted on 10:23 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: