Author: Verónica
•10:11
Viernes donde huí del messenger para verte sin querer en persona


Estaba sentada en un banco de la facultad,
esperando que las horas se marcharan y sean las 16.
Leía El cliente de Grisham. Me contaba sobre cómo son algunas personas para hundir a otras
o ponerles obstáculos en su labor en este caso era la de la abogada Reggie Love.
Recorría las páginas de ese libro,
pero de repente el horario del corazón volvió.
Tu imagen se hizo real y no era alucinación mía.

¿Cómo una sola persona puede hacer que todo tu mundo lata su ritmo?
¿Cómo puedes dolerme y a la vez suavizar a mi alma?
¿De qué mundo eres? Dios te hizo tan dulce y tan misterioso a mis ojos.

Una parte de mí la llevas tú
¿cómo es posible que atrapes mi corazón
y lo sigas teniendo en tu dominio?

Quise acercarme a ti
estabas a unos pasos
pero algo me detuvo
fue más fuerte que las ganas de saludarte
y abrazarte.

Algo me está controlando
y me está matando
lentamente
y no eres tú
es la maldita prohibición
¿desde cuándo el corazón tiene que respetar también las leyes?
¿se habra vuelto acusado
y lo juzgarán pronto?

Estoy en Roma,
pero mi corazón continua en Paraguay.
(No sean severos miembros del consejo de ministros, no es mi culpa)



El poema no es para una persona en particular, las imaginaciones de gente infantil vayan al mismo infierno y dejen de escribir novelas en vez de yo.Vale

(Imagen:librodearena.com)

This entry was posted on 10:11 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: