Author: Verónica
•14:10
Vivía en una ciudad. Tenía todo lo que podría alcanzar en la vida. Hallé a mi alma gemela en un lugar donde menos esperaba. ¿Alma gemela?, yo racionalista hablando cosas que no se pueden entender con la cabeza. Vaya, me he vuelto loca o estoy en el mismo siquiatrico.

-Elena.

¿Y esa voz? Quién me llama, me dije.

-Soy yo el que te hace creer en cosas que no ves y que solo puedes sentir, soy yo el que te hace creer en cosas que no puedes comprender porque sólo lo podrás con tu noble corazón.

Dice soy yo...pero no quién es.

-Soy lo que tanto buscabas y te he encontrado, vida.

¿Quién eres?

-Tú lo sabes.

-Que no.

-Que si.

-Que no, no entiendo de que me hablas.

-Soy el cuento que te conte ayer.

-Estarás bromeando, yo no escuché ningun cuento.

-Soy la palabra que necesitas para dar vida a ese rostro que trae dolor y penas.

-¿Eres poeta?

-No, soy el que vino a pintar una sonrisa en la cara.

-No entiendo, niño, con esta poesía no sé de qué me estás hablando.

-No entenderás jamás, soy el que vino para darte felicidad en tu vida.

-La felicidad es algo inalcanzable, apenas la tocó y se va.

-Soy el sol que vino a iluminar tu sendero.

Ya no sé qué decir. Este ser es realmente extraño. Me habla como poeta y no lo es.

-Que no soy poeta.-gritó él al escucharme.

-No sé quién eres ni qué dices.

-Soy el alma que fue hecha para ti.

Silencio.

Dijo alma hecha para mí.

Sí.-se enojó.

-No sé qué contestarte, me tomaste desprevenida.



Author: Verónica
•5:00
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