Author: Verónica
•7:24




Mis andanzas en la Academia Literaria empezaron de manera tímida. Es más, pensaba que no era perfecta mi escritura y que había muchas cosas por corregir. Iniciaba mi camino de poetisa y cuentista. No sabía de técnicas ni de lo que recomendaban los autores al respecto. Aprendí de mis compañeros y de la profe. Me dijeron que tenía talento. Esa fue mi motivación para seguir escribiendo. Mi inspiración iba a acompañado al periodismo, ya que estudiaba esa carrera. Los personajes de mis cuentos son trabajadores de prensa.

Mi primer cuento lo llamé El riesgo. El personaje principal era una periodista llamada Elena. La misma investigaba sobre el narcotráfico. La muerte le lleva sin conocer a su padre quien trabaja en el mismo diario curiosamente.

Ese personaje ahora me ronda. Ya escribí un encuentro con su padre, pero esta vez el cuento se denominó Búsqueda. Elena me persigue hasta en mis sueños. La veo llorar. La veo cuando era niña sin padre y con una madre que nunca la quiso. Su único amigo era Angelo. No sabía que era su verdadero papá a quien buscaba. Ella todavía continua llamándome. No sé qué quiere conmigo. ¿Será que buscaba que escriba una novela de su triste historia? Es como mi hija de la ficción.

Cambió mucho mi perspectiva de la vida. Mis poemas buscan temas más profundos que ni yo entiendo. No entiendo por qué las personas son tan difíciles de comprender. Son más difíciles que las matemáticas.

Mi amiga Daiana acompaña desde este año a la Academia. Ella tiene un talento increíble. Este año cumplió un sueño: ver sus obras en un libro. Es más, leyó Raquel, una de las compañeras de la Academia, en el día de la presentación en la Alianza Francesa.

Ojala pronto tengamos lugar donde reunirnos. En el quincho no da gusto cuando hace calor o frío por ejemplo.

Author: Verónica
•7:05


El diario donde se lee la verdad, según la publicidad. No sé si es verdad o no lo que dicen. Les contaré mis aventuras en el Última Hora. Le pondría el titulo de la inmensa espera al conocimiento o espera a una persona.
Sí,vaya hay que esperar y tener paciencia si no no avanza el mundo. No me gusta esperar, pero que se le va a hacer si no hay otra opción válida.

Llegó a Úh. Me siento en el sofá gris. Le envio un mensaje para que sepa que estaba allí esperandolo. Me estoy licenciando en la paciencia a la vez en ciencias de la comunicación.

A veces le pido a Rosa, la secretaria de Redacción que lo llame porque no quiero gastar mi saldo,y lo hace. Viene y lo primero que me pregunta es que cómo estaba o me encontraba en ese momento. No le diría mal, porque la costumbre es decir bien y tú.

¨Licenciada en ciencias de la paciencia¨,dice mi amigo italiano, Adriano. Sí, en eso me graduaré después de elaborar mi tesina. También me gusta el Derecho. Me apasiona, mejor dicho. Ya me veo como toda una profesional en los tribunales y ayudando a gente que me necesite.

Me graduaré con honores en la paciencia.Tengo el mejor de los profesores en esa materia.

Me espera la biblioteca del cerebro de alguien. Es tan inteligente el teacher y me explica de una manera sencilla las nociones del derecho penal y procesal penal. Es un libro abierto. Sabe de literatura, de historia, de periodismo, de derecho.

Mi curiosidad aumenta, lo siento. Hay veces que no me sacian sus respuestas por eso quiero ser jurista. Es que busco más allá de lo que él me puede explicar. Llegué a su límite. Soy insaciable con respecto al conocimiento y si me encanta una materia más.

Tiene su tiempo límite y le comprendo. Le disculpo cuando no me puede atender o cuando me deja esperando una hora o más. No quiero ser malvada con alguien que es demasiado bueno conmigo y amable además.Pensaran que soy tonta o ingenua, pero tengo que actuar así con él. Temo lastimar su noble corazón y no le digo palabras hirientes, especialmente cuando me hace enfadar.
Author: Verónica
•12:47
Me equivoco mucho al tratar con personas de carne y hueso porque uno soy inexperta. Es como si alguien me empujara y saliera a improvisar. No sé qué decir o qué hacer. Cometo errores, lastimo.

Desgraciadamente, no llegó el perdón.
Author: Verónica
•8:06
Una escritora en Palacio de Justicia









-Estoy en Palacio de Justicia, ¡vaya!, ¿estaré soñando?

Mucha gente va, otra sale. Guardias revisando las carteras, yo esperando a que me anime a entrar jeje. El reloj marca las 10. ¿Ale, dónde estás? Te necesito para entrar a este palacio. La verdad es que le temo a lo desconocido y a los que voy a conocer.

Sí. Yes. Allá voy Torre Sur, primer piso. ¡Ten valor, guapa!, me dije en mi fuero interno. No tengas miedo a conocer gente nueva. ¡Qué susto! Temo por otra bomba.

¡Miedosa! ¡Venga, apúrate!